MOLA MOLA. En familia navegando a bordo de un velero Oceanis 411: aviso: no hay aviso

Hasta hace poco teníamos la antena de la radio VHF estropeada y apenas escuchábamos nada, pero ahora está ñapeada y ha mejorado mucho su alcance. Durante las travesías, llevamos la radio en el canal 16, en donde salvamento marítimo o las estaciones radio costeras dan información relevante para la seguridad y partes meteorológicos cada 3-4 horas aproximadamente. Como es de imaginar, es un acontecimiento a bordo, y prestamos máxima atención. Los partes meteorologicos comienzan asi: AVISO: NO HAY AVISO, y a mi me encaaaaaaaaaaaanta oir que no hay aviso, de verdad, siento que hasta se me cambia la cara y me relajo!! porque por ahora, afortunadamente, siempre ha sido así, lo mismo podían decir que se acerca un tifón o yo que se, por eso me chifla tanto "avisonohayaviso"....y luego dan el parte meteorológico para las aguas costeras en las que te encuentres (para cada zona, te mandan a un canal de radio diferente). En esta travesía , aparte del "avisonohayaviso" de mis amores y del parte, desgraciadamente también daban varios mensajes urgentes que a mi me han sugestionado un poco, sobre todo por la noche, cuando EDU dormía y escuchaba la radio yo sola y decían: 1) hombre al agua en aguas costeras de Tenerife (vaya por Dios, lo que más canguelo me da a mi del mundo) 2) velero que salía de Las Palmas a Martinica desaparecido 3) velero semihundido en no se que otras coordenadas.... así que con este percal mi imaginación echaba a volar por senderos un tanto lúgubres...pero bueno, al amanecer con la luz del sol se me pasaban todo los miedos (nos pasa a todos, no? la noche no es buena consejera) .
Salimos de La Graciosa el lunes dia 2 a las 10:15 UTC y llegamos a Santa Cruz de la Palma el miércoles día 4 a las 14:30. Como ya han pasado varios días, en mi memoria selectiva-positiva de pez no tengo mal recuerdo de esos dos días, resumiendo podría decir que toda la manada llegó sana y salva a puerto y con la satisfacción del trabajo bien hecho y unas cuantas millas más navegadas (236 millas). Si escarbo un poquito mas en el recuerdo, me viene a la cabeza el estrés de la primera noche, mientras pasábamos al norte de los canales de separación de tráfico de Lanzarote, Gran Canaria y Tenerife, durante la cual avistamos en el AIS 8 mercantes. Que significa esto?: toda la noche en vilo, porque primero lo vemos en el AIS (lo siento, no puedo enrrollarme explicando que es...) vemos que rumbo lleva, y si hay peligro de colisión o no. Después intentamos ponernos en contacto con ellos por radio, para avisarles que hay una pulguita navegando por los mismos lares que sus mastodontes. Normalmente cuando les llamamos no nos han visto, les tenemos que dar nuestra posición y entonces ya nos buscan en su radar y nos dicen "ok, no hay peligro, no llevamos rumbo de colisión" o "que te parece si ambos cambiamos el rumbo un poquito" (bueno, todo esto en ingles y con lenguaje más técnico, pero para que nos entendamos....) y se supone que ya nos podemos quedar tranquilos pero....tu dejarías de vigilar el horizonte sabiendo que por los alrededores hay una mole inmensa que navega al doble o triple de velocidad que tu y que te podría pasar por encima sin ni siquiera darse cuenta??? pues no, claro que no. Así que la primera noche fue un no parar, y oye, fue amanecer, y ver el último barco, durante el día NI UNO!!! grrrrrrrrr.
Si sigo pensando me acuerdo de que el segundo día se hizo muuuy largo, con la silueta del Teide desde el amanecer hasta el anochecer,por babor, que daba la sensación que no nos movíamos....y en realidad, nos movimos muy despacio: el viento roló al oeste, es decir nos venia por el morro y era flojo, así que encendimos motor, pero si normalmente a motor llevamos una velocidad de 4 o 4,5 nudos con el viento en contra hacíamos 1 o 1,5: desesperante. Llegué a pensar que podríamos ir para atrás cual cangrejos....así que Edu decidió que lo mejor seria ponernos a ceñir, y aunque esto suponía no llevar rumbo directo, avanzamos, y fue una gran decisión porque el viento fue rolando al sur y a pesar de ceñir no tuvimos que hacer bordos, digamos que describimos una parábola.
La segunda noche fue mucho mejor: no nos cruzamos con ningún carguero y excepto por las noticias de salvamento marítimo que comentaba al principio, la pasamos sin sobresaltos. Por fin, conseguimos hacer turnos de unas 2 horas y media. En los turnos, hacemos un "chequeo" cada 15 min aproximadamente: velas, rumbo, cubierta y jarcia, intensidad, dirección de viento y carta. Yo me pongo un aviso en el móvil cada 15 minutos y entre medias leo (bendito kindle!!!) Edu en sus guardias, echa cabezadas entre cada chequeo, lo cual a mi me parece una tortura.
Al amanecer del segundo día, tuvimos un pequeño susto: de pronto el Mola, que iba gobernado por el piloto de viento, se fue de rumbo totalmente. Edu comprobó que se había perdido un pasador de la pala y justo en el momento que iba a quitarla, se soltó y se marcho flotando por el mar...nooooo!! otra vez perder una pieza del piloto de viento???noooo!!!! Rápidamente encendimos el motor y viramos en redondo para rescatarla. Afortunadamente, esta vez flotó y no se hundió como la primera vez. Una vez recuperada, el motor, se paró. Yo miré a Edu con cara de " no me lo creo, no puede ser" a lo que el me contestó: las desgracias nunca vienen solas" (oyeeee, para tener memoria de pez no lo estoy haciendo mal....) Así que ni corto ni perezoso se puso a purgar el aire (filtro, bomba de inyección e inyectores) y voilá! arrancó (creemos que con tanto movimiento alguna abrazadera se aflojó y pudo entrar aire)
Respecto al mar, no había olas grandes pero si una mar muy mezclada, incomoda, que venía en varias direcciones, por un lado el mar de fondo del norte noroeste y un mar de viento del sur suroeste.
Lo más preocupante de esta travesía: que no pescamos nada. Menudo bajón. Deberíamos estar acostumbrados pero es que salimos de La Graciosa tan optimistas y convencidos de que iba a caer algo!!!, yo particularmente me imaginaba ya un precioso y brillante bonito plateado y de carne bien prietita.....en fin, aun quedan millas por delante para probar suerte, lo que ya dudo es si quedan peces en el mar!!
Para finalizar quiero dar las gracias a esos delfines maravillosos que nos acompañaron y nos hicieron pasar un rato mágico, al piloto de viento por llevar la caña tan bien y siempre tan calladito. Decir que Neta se portó como una jabata y que el capitán del Mola me da mucha seguridad!!
PD: desde que llegamos aquí andamos rulando por la isla con Angela, Dani y Ariel, pero de eso hablaremos otro día....