Así reza la banda sonora de una
película Colombiana que me emociona a 10.000 metros de altura y exactamente en
mitad del atlántico.
La ilusión virgen, sin prejuicios,
la que tienen los niños y la que me gustaría mantener aunque sólo sea en forma
de una gota, de la última esencia. No quiero que la perdamos, no debería
perderla nadie.
Volvemos al Mola Mola y volvemos
con una ilusión que se vive y se siente en equipo, en manada, y no solo como un
proyecto concreto, si no como un todo en nuestra familia.
Que placer que seamos cómplices
en esta vida.
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