miércoles, 21 de agosto de 2013

Felicidad escatológica


Es una sensación agradable estar fondeado y saber que en el barco de al lado tienes a unos amigos. Durante dos días hemos compartido fondeo con Isabelle y Jean Francois y con Marise (hermana de Isabelle) y Daniel que estaban de visita en el Genwag.
Así que la ocasión merecía una barbacoa de despedida en  el pinar de la playa (Estamos a la espera de las fotos de Marise para completar la entrada)
Esperamos de corazón que JF e Isabelle tengan una buena travesía en su regreso a Francia (La Coruña - Belle Ille).
Y así de sencillo nos hemos quedado “solos”, los tres, nuestra manada indestructible. Tuvimos a los nuestros en Santander, en Asturias y después esta prolongación en forma de buenos amigos en Corme. La siguiente etapa ha sido hasta Camariñas, y aquí estamos fondeados en la ría (obviamente con 40 metros de cadena en el fondo).
Hoy ha ocurrido algo grande y que llevábamos tiempo esperando: NETA HA HECHO SUS NECESIDADES A BORDO. Esta mañana no tuvo su paseo matutino en tierra habitual, así que empezó a estar nerviosa, a pasearse por el barco, y hasta parecía en un momento que iba a saltar del barco por la popa. Pero al fín lo consiguió, y nos miraba como incrédula cuando nosotros la felicitábamos por haber plantado un pino en cubierta. Hemos dado un gran paso!!

Ahora mismo, como todos los días, estudiar los partes metereológicos  y futuros fondeaderos nos lleva horas, y todo apunta que mañana pasaremos Fisterra.
Isabelle et JF
JF
Paseos y barbacoa en Corme. La luna de fondo.
Seńal de Corme.
Quiere y no puede, lo sabe y llora....
Aún se veía la luna cuando salimos de corme
Desayuno en ruta
Cabo vilano al fondo
Como hacer una Gaza! :)
Las compras del día: un cubo y aceite para el motor
... Y la protagonista del día... Un fuerte aplauso para ella!!  :)

2 comentarios:

Lucci dijo...

Feluchidades Neta!
Muuuua

Alvaro dijo...

Hola chicos. En un libro de navegación leí una situación parecida a la vuestra con Neta pero con una retención de orina. Habían estado navegando de puerto en puerto por el Mediterráneo y el perro orinaba en tierra. Al dar el salto del Atlántico no supo hacerlo a bordo, tuvo una retención aguda de orina y tuvieron que volver a Africa ciñendo contra los alisios. Finalmente descubrieron la solución, bastante simple: empapar un trapo con la orina de otro perro, o si no con la suya propia, y embadurnar la zona de cubierta donde se quiere que haga sus necesidades. El perro lo huele y lo hace encima. Al final se arrepintieron del sitio elegido: lo hicieron en proa, junto al herraje del estay, y la orina acabó por estropear esa pieza, que hubo que sustituir.
¡Suerte en vuestro viaje!.
Alvaro.
Para fotos y anécdotas de la vuelta a España en el Tonic 23 "Corto Maltés": http://cortomaltes2012.blogspot.com