sábado, 22 de marzo de 2014

Calor familiar


Hemos podido ver la cara de los nuestros (aunque no estaban todos), los hemos podido abrazar y disfrutar unos días con ellos. Visitas a calas, bosques, buceos, comidas en el barco, un poco de "ñapa" familiar, sonrisas, cervezas y acras (fritos típicos de Martinica).
Cuando las millas han puesto la distancia de por medio, la lejanía de la familia hay días que pesa más de lo habitual sobre tu cabeza y añoras momentos o situaciones antes cotidianas o más accesibles. Por eso está visita sabe tan bien y tan intensa. Poder ver a tu madre, a tu padre y a tu hermano se convierte en una bocanada de energía para el espíritu. Te hace sentir afortunado por tener una familia así, sientes su apoyo y lo disfrutas, pero no voy a intentar explicar lo que se siente, lo tenemos dentro en esa mochila que vamos llenando con momentos preciosos.
Nos gusta también saber que a esto que le llaman Caribe le ha podido poner cara nuestra familia y ver un poco como vivimos el día a día.
Por lo demás, seguimos en Martinica, en un pueblo del sur que se llama Ste. Anne, muy cerca de Le Marin, una bahía donde se reúne el mayor centro de vela del Caribe, con cientos y cientos de barcos en marinas, fondeados y amarrados a boyas. Hay todo lo que necesites para un barco (pagando su buen precio claro), así que la nevera del Mola Mola hace 10 días que trabaja de nuevo a pleno rendimiento.
Ahora los planes es salir cuanto antes para el sur, pero antes de ayer en una revisión rutinaria de la jarcia (todos los cables metálicos que sujetan el palo), hemos observado uno de los obenques con dos hilos rotos. Después de preguntar precios, pensar, consultas y debatir hemos decidido cambiar el roto y el opuesto de la otra banda y ya tenemos los nuevos a bordo, así que estos días tendremos que colocarlos.
En breve comienza otra etapa, dejamos Europa definitivamente, dejamos el francés y también volverá alguna etapa más larga con noches incluidas. También otro tipo de navegación, donde los bajos y canales no estarán señalizados con boyas y donde navegar de día y con el sol arriba se hará fundamental para entrar entre arrecifes a los fondeaderos. Intentaremos hacer las cosas lo mejor posible y seguir disfrutando de este viaje.
Hace ya más de seis meses que salimos del puerto de Raos en Santander, hemos hecho más de 5.000 millas y seguimos con ganas, muchas ganas, seguimos enamorados, compenetrados y preparados para seguir aprendiendo.
QUE VIVA LA FAMILIA!!!
PD para los que no pudisteis venir. Os hemos echado más de menos todavía y esperamos que las visitas continúen.
Diamond Rock


Desde Mindelo en Cabo Verde, el único día en puerto. Hay que aprovechar

Merçi Ñaper por les camisetes


puesta de sol sobre diamond rock


Pez obispo diminuto



anémona

Langosta indultada

Equipo Mola Mola


escuadrón peces globo






Dani de bautismo


Dan y la instructora



El pecio de Bea "chinaski´s wreck"





habitantes de la pala del timóm







Sitio mitico para comer unas accras (Fuente Dé caribeño)





Reunión en la cocina









alumno e instructora






Atún de aleta amarilla

heladero


Pasando el "dengue"


Evoluciones en macramé




batido de melón y punch passion

Yolas, embarcación típica sin orza


Carnaval



tensando el obenque
















tomando un rizo

























Preparados para despegar

reparación del frigo



ñapa de la plataforma







gatuno espatarrao

les trois

moulillage a st, anne



nido

con el obenque viejo, haciendo auto stop para ir a le marin

qui est??? GILBERT!!!

taller de obenques


















pintando











para mi lupinis




regalo de unos vecinos de fondeo q se volvian a paris




hay q andar al loro...


















2 comentarios:

Fernando dijo...

Una vez más me entrometo en vuestra bitácora...
Que sufrimiento viendo todas esas fotos...que gozada. Espero que el cambio de obenques haya ido sin problema.
Un saludo.

mola mola dijo...

no es intromisión, invitado estas!!! el tema obenques bien. gracias por interesarte! ;)