domingo, 9 de diciembre de 2018

El arduo regreso

Tras 6 intensos meses de trabajo en España, es hora de volver al Mola mola. Edu llegó con Neta a Panamá hace  20 dias.Las dos veces anteriores que llegamos a Panamá habian sido por mar, y nunca tuvimos ningun problema con Neta, tampoco para salir del país de regreso a Europa, por lo que ni sospechamos que al aterrizar en el aeropuerto de Tocumen, Edu y Neta serían retenidos ( Neta sin salir del transportín) por faltarles un documento de importación. No dábamos crédito. Teníamos todas las vacuna y desparasitaciones al día, una revisión veterinaria de hacía 3 días y por supuesto  la analitica de la serologia  de la rabia. Decían que se tenian que volver en el primer avión que saliese para España. Desesperados, y al filo de la medianoche en España, empezamos una red de intercambio de  llamadas y wasap que duraría unas dos horas pero que finalmente daría sus frutos. Consiguieron entrar. Gracias familia, una vez mas, por el apoyoy la inestimable ayuda. 
El reencuentro con el Moli fue agridulce. Le habiamos dejado en " seco" y con el deshumificador. Pongo seco entre  comillas porque decir seco en Panamá en la temporada de lluvias es incongruente. Fuera del mar sí, pero de seco nada. La humedad y la lluvia aquí no perdonan. El Moli estaba verde por fuera y por dentro lleno de humedad ya que el deshumificador falló  ( era de 12v  y creemos q al tener en el barco 13v se debio quemar la placa) así que daba un poco de pena verle, pero en realidad, nada  que una buena limpieza no pueda solucionar, y en el fondo nos sentimos afortunados porque estos 6 meses de humedas no Se dejaron sentir ni en el motor ni en la electrónica que funcionan perfectamente. Durante estos Dias Edu se dedicó   a sanear la orza, a lijar y dar antifouling a la obra viva y dar cera a la obra muerta, además de poner cada cosa en su lugar: botavara, velas, cabos, cadena y ancla. Revisar el motor, descolgar timón .... Casi ná. Mientras Lúa y yo seguimos con nuestros quehaceres en Santander: trabajar, ir al cole e ir recolectando la diversa colección de cosas que debiamos meter en nuestras maletas, que no nos vamos a engañar, cada año son mas surrealistas! Así, en una de nuestras maletas te puedes encontrar un radar ( si, un radar) tornilleria variada, embutido, cuentos, filtros de aceite, playmobil, correa de distribucion, medicinas, filtro de agua, gominolas, y en las esquinitas algún bikini y algo de ropa para acolchar. Ya en el avión de Santander a Madrid nos dijeron que habia mala visibilidad en Barajas y que despegariamos con una hora de retraso. Estupendo. Eso suponía perder nuestro vuelo a Panama porque teniamos en condiciones normales, sin  retraso de ningún tipo solo hora y media para atravesar barajas y coger el siguiente avión. La azafata que por cierto era super amable nos dijo que nos pondrían un hotel en madrid y podriamos salir al dia siguiente. Finalmente el retraso no fue tanto y llegamos con la lengua fuera a nuestro avión ¡ pero claro....nuestras maletas no fueron tan rápidas y cuando llegamos a Panamá vimos q la cinta transportadora daba vueltas y vueltas y nuestras maletas no aparecían.  Fui a reclamar y nos aseguraron que vendrían al dia siguiente y en 24hras las tendríamos en la marina. Y casi lo agradecí, porque con el "alijo" de embutido que llevaba y el radar no tenia ganas de tener que dar explicaciones en aduanas, y más sabiendo como se las gastan despues del incidente con Neta. Y si, ciertamente en 24horas estaban en la marina. Es decir el jueves.
En esta época comienzan los aliseos ( vientos constantes del este) y la travesía desde la marina donde nos encontramos hasta San Blas ( guna yala) son 40 millas de Este puro. Asi que mirando la meteo, el único dia para no comernos una pesadilla de navegación con olas y viento de cara era el domingo. Pero no acabaron aqui nuestros problemas. Ya desde Santander, Lúa tenia una buena mocada, pero nada raro siendo este su primer año de cole...en el avión tuvo algo de fiebre, y el jueves y el viernes tos seca y más fiebre. El sabado empeoró. No me gustaba. En " la civilizacion" no me preocuparía tanto, pero aquí, con una navegación dura por delante ( y la primera de la teporada, que aún no estamos marinizados) y sabiendo que el hospital maa cercano estara a varias horas de lancha y coche ( en el mejor de los casos) decidimos, como hubiese hecho cualquiera en nuestro lugar, posponer la navegación hasta que viesemos que Lua mejoraba. Estabamos un poco abatidos: cansancio acumulado, jet lag, Edu también con algo de fiebre y preocupados por Lúa. Desde luego no fue el regreso relajado que esperabamos. Pero, con la medicación adecuada( tenemos bastante botiquin a bordo, pero Isa de la marina aprovechando que iba a Panamá city nos trajo mas, just in case, mil gracias Isa) y muchs kilos de mimos Lua comenzó a recuperarse de forma espectacular, como ocurre en muchas ocasiones con los niños.  Y por consenso familiar decidimos que aunque el lunes no pintaba tan bien como el día anterior, navegariamos a San blas ese día, por miedo a que los aliseos fuertes de diciembre se instalen definitivamente y nos quedasemos atrapados en la marina. Ayer lunes, todo empezo a mejorar: Lua y edu pasaron mejor noche, con tos pero s in fiebre, y teniamos el ánimo subido...vamos!!! La navegación fue mucho mejor de lo esperado, incluso placentera: 17 nudos del NNE que nos permitian ceñir a gusto, y con un ángulo suficiente para que las olas no nos provocasen los incomodos pantocazos, si no un paso de ola limpio y fluido en general. Hacíamos unos 8 nudos, con 1,5 de corriente en contra, osea q a efectos prácticos 6'5 nudos de velocidad. Durante la travesía sonó la carraca de la caña, ya nos veiamos comiendo un delicioso atún o dorado....pero empezó a sacar hilo del carrete y mas hilo, frenamos el barco pero aún asi se llevaba todo, menuda bestia! Cerramos mas el freno del carrete y con un tirón rompio el hilo y se llevó el pulpito y todo. Nos quedaremos con la duda  de que bicho enorme debia ser.
Por fin empezamos a divisar palmeras. Lúa que fue casi toda la travesía dormida desperto y dijo: quiero ir a la playa, veo las casas de los kunas! Y eso hicimos, fondear en chichime y darnos un baño reparador. Por fin en San blas, parece que   todos los males volaron con el viento....

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